10 consejos para dormir bien en verano | Actualizado

Con el cambio climático las olas de calor en verano cada vez son más comunes e intensas y llegado el momento, todo el mundo dice lo mismo: “No puedo dormir por la noche con este calor”. La temperatura ideal para dormir está entre los 18-20 grados, pero tampoco es recomendable, ni sostenible, tener el aire acondicionado toda la noche. Un cambio de hábitos nos ayudará a conciliar un poco mejor el sueño, por ello te dejamos 10 consejos para dormir bien en verano.

1. Evita el ejercicio físico intenso antes de irte a dormir

Este consejo sigue siendo un gran clásico, pero es verdad. Cuando entrenamos, nuestro cuerpo coge mucha más temperatura y nos activamos, por lo que con un cuerpo despierto y con la temperatura corporal elevada, dormir nos va a costar mucho más. Opta por hacer deporte las primeras horas de la mañana en verano.

2. Apaga los electrodomésticos que no uses

Puede parecer una tontería, pero los electrodomésticos enchufados generan calor. Desenchufa todo lo que no utilices. Y siempre que puedas evitarlo, no utilices el horno. Encender en pleno agosto el horno en la cocina para hacer un asado, un bizcocho… es una tortura y conseguirás calentar aún más la casa.

3. Ropa de cama adecuada para dormir bien en verano

Muchas personas necesitan taparse hasta en verano. Para evitar que sudemos más de la cuenta en verano, opta por sábanas que resulten más frescas como algodón o lino. Si puedes, escoge unas sábanas con pocos hilos ya que resultan más frescas y ligeras.

4. Una ducha templada mucho mejor que una fría

Es cierto que una ducha de agua fría en verano no tiene precio. Aliviamos el calor de nuestro cuerpo y nos dan ganas de quedarnos bajo el agua para siempre. Pero con el agua fría, reducimos nuestra temperatura y cuando salimos de la ducha, nuestro cuerpo tiene que adaptarse de nuevo a la temperatura ambiente, por lo que volvemos a coger calor con mucha rapidez y pronto nos vemos sudando. Para evitar esto, lo mejor es una ducha con agua templada, así nuestro cuerpo no hará el esfuerzo y sobrecalentamiento para adaptarse a la temperatura ambiente.

5. Ventilar es muy importante

Es cierto que al mediodía no ventilamos la casa, pero las primeras horas del día cuando hace fresquito sí tienes que ventilar. Todo el aire de la casa se renueva, y evitamos que el aire se note cargado (que ya bastante tenemos con el calor). Abrir un poco por la mañana y otro por la noche, o incluso dejar ventilando la casa toda la noche, es necesario para bajar un par de grados la temperatura de la casa para dormir bien en verano.

6. Un buen colchón sigue siendo esencial

Tener un buen colchón es importante en cualquier época del año. Como recomendación, debes saber que un colchón de muelles es lo más fresco para verano. En los núcleos de muelles el aire puede circular mejor dentro del colchón, ¿qué significa esto? Significa que el colchón no retendrá tanto el calor. En Khama tienes varios colchones de muelles ensacados, perfectos para un buen descanso en verano e invierno.

7. ¡Dale la vuelta!

Muchos colchones son a doble cara para dormir bien en verano. Esta diferenciación se hace por el tipo de material o tejido que tenga cada cara. Por ejemplo, la viscoelástica hace el efecto memoria al aplicarle el calor de nuestro cuerpo por lo que en verano hundiremos más en un colchón con muchos centímetros de visco. Con nuestro KHAMA Original no tienes que darle la vuelta entera al colchón. Con solo girar su tapa encontrarás un lado con espuma Oxigena (la visco sigue estando al otro lado por lo que no pierde confort pero no da calor) y tejido de malla 3D que deja circular el aire.

8. ¿Has probado dormir con un ventilador?

Es cierto que no enfría el aire, sólo lo mueve, pero nos sirve para aliviar la sensación de calor en la habitación. Dormir con el aire acondicionado es peligroso, ya que corremos el peligro de coger un buen resfriado, caro y poco sostenible. Un ventilador es un producto barato, que no conlleva instalación, podemos programar para que no esté funcionando toda la noche y que no tiene un consumo excesivo.

9. Hidratación constante

El calor provoca deshidratación y el agua es la principal herramienta para paliarlo. No se trata de beber mucha agua antes de acostarnos, ya que haría que nos despertemos muchas veces para ir al baño, sino de mantener una hidratación adecuada durante todo el día. Además, para evitar que la sed perturbe tu sueño puedes dejar un vaso de agua cerca de la cama para no tener que levantarte. 

10. Refresca partes estratégicas de tu cuerpo

En nuestro cuerpo tenemos varios lugares donde la temperatura es más elevada debido al flujo sanguíneo que pasa por ellas. Cuando te vayas a dormir moja con agua fresquita nuca, parte interior de los codos, muñecas, parte de atrás de las rodillas y tobillos. Al cabo de un ratito notarás que la sensación de calor es menor y te costará menos conciliar el sueño. Si el calor es muy muy intenso puedes usar una bolsa de agua y meterla al congelador para que la sensación de frescor dure más.  

Recuerda que si no puedes dormir y te obligas a estar en la cama lo único que conseguirás será frustrarte. Sal de la cama, intenta aplicar uno de nuestros consejos o vete al sitio más fresquito de la casa y lee un libro o haz algo que te haga dejar de pensar en el calor y en que no puedes dormir. En cuanto te relajes te costará menos intentar conciliar el sueño.