Cómo influye la ropa de cama a la hora de dormir
¿Cuántas cosas pueden influir en nuestro nivel de descanso? ¡Demasiadas! Algunas de las más comunes son las preocupaciones del día a día, las alergias e incluso la ropa de cama que utilizamos normalmente. Por eso, vamos a darte las claves para que puedas decir adiós a esas noches de insomnio y puedas escoger los mejores tejidos para tener felices sueños.
Ropa de cama para el frío
Suele ser uno de los principales problemas en cuanto nos acostamos. Que si la habitación está muy fría y necesitas más mantas, que si tu pijama te da demasiado calor y acabas sudando… El nivel de calidez óptimo es diferente en cada persona, por lo que es necesario escoger una ropa de cama adecuada a nuestras necesidades de frescor o calor.
Primeramente, es importante prestar atención a los materiales que compongan otros elementos de los textiles para cubrir nuestra cama, como las sábanas, las almohadas o las fundas protectoras. Elige tejidos que faciliten la transpiración, como el algodón 100% orgánico, y rechaza aquellos de origen sintético que puedan producir reacciones cutáneas o acumulación de ácaros.
En cuanto a la ropa de abrigo para la cama, para aquellas personas que buscan una sensación de calor óptima sin perder comodidad se recomienda el uso de un nórdico. Es mucho más eficiente que utilizar un par de mantas, ya que pesa poco y permite que el calor corporal se mantenga homogéneo durante toda la noche. Además, es más cómodo de lavar y no acumula tanta suciedad como las mantas, puesto que van protegidos por fundas lavables de diseños para todos los gustos. Además, gracias a los avances en los procesos de producción de estos textiles, muchos están fabricados en materiales hipoalergénicos.
¿Cómo elegir un nórdico para dormir bien?
Como hemos indicado con anterioridad, el nórdico es la solución perfecta para sentirnos abrigados sin sentirnos incómodos por el peso de las tradicionales mantas. Pero como cada persona es diferente, no todos los rellenos son iguales.
Si eres una persona que aguanta bien el frío, mejor elige nórdicos con una menor densidad. Gracias a que tienen un relleno no muy voluminoso, son también mucho más ligeros y manejables. Igualmente se aconsejan para noches no demasiado heladas o para zonas con climas mediterráneos.
Si sueles acabar bailando sevillanas y sacando el pie fuera de la cama, buscando algo de frescor durante la madrugada, lo mejor es que optes por un nórdico que tenga un relleno de densidad intermedia y esté hecho en pluma, muy agradable al tacto. De esta manera, el nivel de transpiración te ayudará a no sudar mientras duermes y a sentirte menos agobiado por el grosor de la ropa de cama.
¿Buscas un novel de calidez más alto? En ese caso, es mejor elegir un relleno de densidad alta, el cual es perfecto para zonas muy frías y para personas que pasan frío, gracias a su relleno de plumón. Este tipo de nórdicos, más voluminosos, mantienen la temperatura corporal por su gran nivel de aislamiento del frío durante el sueño, sin perder libertad de movimiento y transpirabilidad.
Teniendo en cuenta tanto qué ropa de cama elegimos como con qué nos protegemos del frío, , lograremos evitar sentirnos incómodos a lo largo de la noche y conseguiremos tener un descanso saludable y sin interrupciones. ¡Cuida tu descanso!