El dormitorio perfecto para el descanso
Recrear un ambiente adecuado para el momento es parte del éxito de toda ceremonia. Al igual que los anfitriones para conquistar a las visitas —además de preparar la cena— seleccionan cuidadosamente la música de la velada, orientan la iluminación creando charcos de luz y visten la mesa como el que va a la ópera. Para conquistar el descanso también existen una serie de recomendaciones para crear el dormitorio perfecto que favorecen e inducen al sueño.
La temperatura perfecta
Nos cuesta conciliar el sueño cuando las temperaturas son muy altas o muy bajas. Demasiado calor o frío nos puede provocar microdespertares. La temperatura óptima a la que debe mantenerse el dormitorio para descansar bien es entre 18 y 22 grados, aunque depende también de cada persona, de la genética, de la edad o del sexo.
Y lo ideal es que la humedad esté entre el 50 y el 70 %. Debemos evitar los ambientes excesivamente secos que dificultan la respiración y, para ello, los humidificadores pueden ser buenos aliados. También se deben evitar las corrientes de aire fuertes y directas y debemos ventilar el dormitorio al menos durante 10 minutos cada día.
Dispositivos electrónicos
Para favorecer el sueño, los dispositivos electrónicos como el móvil y la tablet deberían estar absolutamente prohibidos desde dos horas antes de irnos a la cama. Huelga decir que lo de tener televisión en el dormitorio puede tener la ventaja de ponerte al día con tus series favoritas, sí, pero tiene el inconveniente principal de que es el principal enemigo del descanso.
Colores suaves
La elección de colores fuertes para las paredes, muebles o ropa de cama alteran nuestro cerebro y nos lanzan mensajes estridentes y poco armoniosos. Hay que evitar los colores intensos y buscar los que nos transmiten paz. La calma, el equilibro y la serenidad los encontramos en los colores neutros y tonos pastel, además del blanco.
Sin ruido y sin luz
Para dormir, cuanto más oscura esté la habitación mejor. Y si necesitamos utilizar alguna luz artificial en mitad de la noche, que esta sea luz cálida.
Como es lógico, el ruido también influye a la hora de conciliar el sueño y al alcanzar las fases más profundas del sueño, las más reparadoras en todos los sentidos. El dormitorio debe tener un buen aislamiento acústico, o al menos poner todo de nuestra parte para que haya el menos ruido posible a la hora de dormir.
Un buen equipo de descanso
Muchos expertos coinciden en que se mejora la calidad del sueño cuando el cabecero está orientado al norte y los pies de la cama al sur. Además de la orientación, es fundamental elegir un buen equipo de descanso.
En KHAMA disponemos de una amplia gama de productos para hacer de tu dormitorio el lugar perfecto para el descanso. Desde fundas, protectores, edredones, sábanas y bajeras hasta almohadas, camas y colchones que invitan a la calma, el equilibrio y la serenidad. El descanso perfecto a tan solo un clic.