El descanso y la microbiota intestinal: dos factores clave para una vida saludable.

Dicen los especialistas que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro por la cantidad de neuronas que posee (más que la médula espinal) y la microbiota, la comunidad de microorganismos que viven en nuestro intestino, juega un papel muy importante en nuestra salud digestiva, en nuestro sistema inmunológico y en nuestro estado de ánimo. 

Dormir bien es esencial para mantener una buena microbiota o flora intestinal saludable.

El descanso y la microbiota están íntimamente relacionados: cuando dormimos bien, nuestro cuerpo tiene la oportunidad de repararse y recuperarse. Esto es especialmente importante para nuestro sistema digestivo ya que, mientras dormimos, nuestro cuerpo realiza muchas de las tareas necesarias para mantener una microbiota saludable. Por ejemplo, durante el sueño, nuestro cuerpo produce una serie de hormonas que ayudan a regular la digestión y el metabolismo.

Además, un sueño de calidad también ayuda a reducir el estrés y a mejorar la salud psíquica y emocional.

Con unos 200 millones de neuronas en su interior, el intestino participa directamente en la segregación de hormonas y en la regulación de las emociones. Un índice de cortisol alto, la hormona del estrés, ha sido relacionado con un desequilibrio en la microbiota, lo que puede llevar a problemas digestivos, inflamación y otros problemas de salud que afectan al bienestar físico y emocional.

Otro factor importante es la regularidad del sueño, ya que dormir a horas regulares ayuda a mantener un equilibrio en nuestro reloj biológico interno. Un estudio reciente encontró que los desfases de horarios del sueño pueden afectar la diversidad de la microbiota intestinal, lo que puede tener implicaciones para la salud.

Por último, es importante tener en cuenta que la calidad del sueño también es relevante. Dormir bien no sólo significa dormir suficientes horas, sino también tener un sueño de calidad. Esto significa dormir en un ambiente cómodo y tranquilo, sin interrupciones. El ruido, la luz, la temperatura o un mal colchón pueden afectar la calidad de nuestro sueño, por lo que es importante asegurarse de que nuestro ambiente de sueño sea propicio para el descanso y para obtener un sueño reparador.

En resumen, dormir bien es crucial para mantener nuestros “dos cerebros” saludables. El descanso saludable y la microbiota son dos aspectos intimamente relacionados que resultan clave para mantener una buena salud en general. Una alimentación adecuada y el asegurarse de dormir suficientes horas, a horarios regulares y en un ambiente propicio para el sueño puede ayudar a mejorar la salud de nuestra microbiota. Por lo tanto, es importante prestar atención a nuestro sueño y asegurarnos de que estamos durmiendo lo suficiente y que este es de calidad, para mantener una buena salud en general.