La importancia de un colchón ecofriendly
Conseguir un consumo sostenible es una tarea de todos. Incluso cuando compras menaje de hogar, es importante que conozcas todos aquellos productos que se fabrican mediante procesos amigables para el Medio ambiente. En el terreno del descanso, adquirir un colchón ecofriendly puede ayudar a no seguir utilizando materiales que contengan sustancias nocivas, ¿lo sabías? Si quieres saber más sobre este tema, ¡sigue leyendo!
¿Qué es un colchón ecofriendly?
Es un colchón elaborado mediante procesos con certificación medioambiental, lo cual asegura al usuario que su fabricación conlleva un bajo impacto y genera una baja producción de CO2. Se consigue, por ejemplo, a la alimentación de energía de su cadena de montaje con tecnología fotovoltaica. También se considera ecofriendly cuando se compone de tejidos y sustancias no nocivos para las personas. El producto puesto a la venta garantiza que no hay sustancias nocivas para nuestra salud.
Cómo elegir un colchón ecofriendly
La compra de un colchón no debe tomarse a la ligera. Primeramente, porque es un accesorio básico para nuestro descanso del día a día. Y segundo porque si se desconocen cosas básicas como los tejidos de la composición, estaremos exponiéndonos a la larga a posibles reacciones alérgicas o molestias durante el sueño. ¡Y acabaríamos tirando el dinero!
Como comentábamos, un buen colchón ecológico tiene tejidos biodegradables y naturales, como el algodón orgánico, la seda o el lino. Y mejor si son hipoalergénicos y antibacterianos, ya que reducirán los problemas de acumulación de ácaros, humedad, etc.
Lo siguiente a tener en cuenta, a parte de los tejidos de sus caras, es el núcleo, aquello que le permite al colchón ser consistente y firme. Casi todos los colchones más demandados del mercado están compuestos de látex. Sin embargo, hay que saber distinguir entre el natural 100% y el sintético.
El látex natural se extrae de los árboles de caucho como el jarabe. Esta práctica no conlleva el talado del árbol mismo para obtenerlo. Es decir, que para conseguir este material hacen falta mantener muchos árboles, algo muy positivo para nuestro Medio Ambiente. El sintético se obtiene mediante proceso químico, y la proporción en su composición es la siguiente: un 20% de látex natural y un 80% de látex sintético. ¡Ojo! Aquellos colchones que están fabricados por látex sintético en su totalidad se denominan látex 100% o látex natura, un término que puede resultar confuso y engañoso para el consumidor.
También hay colchones con otro tipo de rellenos, como la lana, el algodón o la espuma sintética. De este último tipo, se recomienda evitar comprar colchones cuyos núcleos de espuma contengan retardantes de fuego éteres polibromadosde difenilo (o PBDE). Pueden resultar tóxicos al haber estudios que lo relacionan con el cáncer de mama. Y si se prefiere otro tipo de núcleo como el de muelles, es mejor buscar aquel colchón que contenga un buen porcentaje de acero proveniente de reciclaje.
¿Has visto? La ecología no está reñida con el descanso saludable. ¡Está en tu mano hacer compras respetuosas con la sostenibilidad!